Se denomina maleza,
a cualquier especie vegetal que crece de forma silvestre en una zona cultivada
o controlada por el ser humano como cultivos
agrícolas o jardines. Esto hace que prácticamente cualquier planta pueda
ser considerada mala hierba si
crece en un lugar en el que no es deseable. Un ejemplo característico es el de
la menta, que aun siendo una planta aromática, se
considera indeseable en praderas de césped donde tiene tendencia a prosperar.
Por regla general las malas hierbas suelen crecer de
forma natural, y además con considerable vigor por tratarse en la mayoría de
las ocasiones de especies endémicas muy adaptadas al medio y por tanto con gran
facilidad para extenderse. Por ello, la catalogación de malas hierbas es poco
menos que imposible y además arrojando cifras tremendamente dispares en función
de cada ubicación geoecológica. Las malezas son en sentido general, plantas
consideradas como molestias, especialmente, entre personas dedicadas a
jardinería o agricultura.
También son consideradas como maleza, las plantas que
crecen en forma agresiva, impidiendo el desarrollo normal de otras especies. En
términos generales, una maleza es una planta en un lugar indeseado. Las malezas
son 8000 de las 250000 especies de plantas que existen, representando el 0,1%
de la flora mundial. Pueden ser muy abundantes. Pueden restringir la luz a
otras plantas deseables. Pueden estar utilizando nutrientes limitados del suelo
de un lugar determinado. Pueden contener o esparcir patógenos que degradan la
calidad de un cultivo. También pueden tener espinas y químicos que causan
irritación en la piel. Otras son nocivas al comerse. Otras tienen partes que se
adhieren a la ropa.
La maleza es considerada
entre las plantas indeseables por varios motivos: pueden ser antiestéticas,
especialmente en un jardín, en un parque u otra área natural. Pueden ser muy
abundantes. Pueden restringir la luz a otras plantas deseables. Pueden estar
utilizando nutrientes limitados del suelo de un lugar determinado. Pueden
contener o esparcir patógenos que degradan la calidad de un cultivo. También
pueden tener espinas y químicos que causan irritación en la piel. Otras son
nocivas al comerse. Otras tienen partes que se adhieren a la ropa.
Las malezas presentan
características que casi todas comparten, como su adaptabilidad. Pueden proliferar
en ambientes perturbados, con el suelo y la vegetación natural dañados. Entre
los ambientes perturbados naturalmente, se pueden encontrar las dunas y otras
áreas barridas por el viento, las llanuras inundadas, los deltas, las riberas
de los ríos, y también áreas que son quemadas con frecuencia. También se han
adaptado para vivir en lugares manipulados por el hombre, como campos
agrícolas, prados, obras de construcción, bordes de caminos, etc. Además, las
malezas tienen la ventaja de reproducirse y crecer rápidamente, y tienen
semillas que pueden durar años en los suelos. También, algunas han desarrollado
alelopatía, que es un medio químico que impide el crecimiento y germinación de
plantas vecinas.
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